domingo, 26 de febrero de 2012

2012 AÑO INTERNACIONAL DE LA ENERGÍA SOSTENIBLE PARA TODOS

Algo tendrá de relevante la relacion entre la energía y la sostenibilidad cuando las Naciones Unidas se toman la molestia de dedicarle el año 2012. Y algo les importará la opinión al respecto de todos los habitantes del planeta cuando le han añadido la coletilla PARA TODOS.

Viendo lo bien que nos organizamos basando nuestro crecimiento en el uso y el abuso de las energías fósiles y lo lejos que este hecho nos mantiene de los parámetros que determinan la sostenibilidad, dedicar el 2012 a la Energía Sostenible es cuando menos llamativo. Y si encima hablamos de la energía sostenibile como una obligación y un derecho para todos los habitantes del planeta vemos que el reto que nos proponen las Naciones Unidas no es una tarea sencilla.
Pero a la vista de los datos que nos muestran como usamos la energía y las carencias que se sufren a día de hoy en neustro planeta, parece mentira que hayamos tardado tanto en dedicarle tiempo y esfuerzo a una causa que seguro que marca el futuro de nuestro planeta y de nuestras vidas:
.- A día de hoy 1.500 millones de personas carecen de electricidad.
.- En pleno siglo XXI 3.000 millones de personas dependen de la “biomasa tradicional” y del carbon como principales fuentes de enrgía.
.- Millones de personas, debido a sus niveles de pobreza, no son capaces de pagar este tipo de servicios energéticos aunque los tengan disponibles.
Poco más que añadir al respecto.
Los cambios en nuestra manear de comprender el mundo, integrando conocimiento a través de diferentes disciplinas, nos está permitiendo ver de manera clara la relación entre la energía y el desarrollo sostenible y poner de manifiesto la importancia y la necesidad de una energía más moderna, mas eficiente y menos contaminante tanto para garantizar nuestro desarrollo futuro como para erradicar la pobreza.
Y en esta ardua labor ha tenido mucho que ver la apuesta decidida de las Naciones Unidas por marcar unos objetivos  y unas metas claras para cambiar el rumbo de nuestro desarrollo, materializadas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de los que hablaremos en otro momento.
Ahora el reto está encima de la mesa: nosotros volvemos a tener la última palabra a la hora de deidcar nuestros esfuerzos, como parte activa de la sociedad civil, a contribuir a garantizar el acceso universal a los servicios energéticos que nosotros disfrutamos a diario, a reducir la intensidad energética mundial en un 40%, a incrementar el uso de la energía renovable para lograr el objetivo del 30 % a nivel mundial.
Sabemos que solos no podremos hacerlo, que nuestro esfuerzo necesita del apoyo decidido de nuestros gobiernos, instituciones y dirigenetes políticos. Pero yo prefiero sumar esfuerzos  y concentrarme en el trabajo local confiando en el papel de los organismos supranacionales a la hora de lograr poner de acuerdo a nuestros países y gobiernos en los temas globales.
Por que aunque a todos nos entristece ver la limitada influencia de las Naciones Uniudas en determinados aspectos globales, somos muchos los que mantenemos la confianza en su papel moderador y conciliador. No olvidemos que iniciativas como las que nos ocupan, que nos abren los ojos ante multitud de asuntos de importancia planetaria, tienen tras de sí el trabajo de todas esas personas que actúan pensando en el bienestar los que vivirán aquí cuando el resto ya no estemos.
Por mi parte, acepto el reto y me sumo a la inciativa.
Si quieres saber más puedes consultar este enlace: